domingo, 12 de febrero de 2012

Petisos Carambanales en NY


No se si alguien recuerda los comics de Superlopez donde en cada viñeta aparecían unos muñequitos amarillos, pequeños y rechonchos: los Petisos Carambanales. 


Bien, pues cada vez que me paro en la estación de metro en la 8a avenida y la calle 14 me siento un poco como en uno de esos cómics.


La estación en cuestión está repleta de pequeñas esculturas de muñequitos y algunas otras cosas.


En Octubre del año pasado intente ir al estudio del escultor Tom Otterness a través de la iniciativa OpenHouse de la cual ya hablaré en otro momento. Por desgracia las invitaciones estaban limitadas y me quede con las ganas. 


En cualquier caso el escultor en cuestión es el responsable de infinidad de esculturas que se pueden ver por la ciudad, no solo en está estación de metro en particular.


Pero lo que si es verdad es que los andenes y los pasillos de conexión entre las diferentes líneas en la estación hay multitud de figuritas. Siempre hay gente sorprendida haciendo fotos, o los niños jugando con ellas.



Otro sitio donde también te puedes cruzar con las figuritas en el Rockefeller Park en Battery Park.


A mi personalmente me gustan mucho. Me parecen muy divertidas las esculturas, y no solo las pequeñas, porque también tiene grandes esculturas, algunas de ellas espectaculares, como el tobogán que vimos un día por la ciudad paseando con unos amigos que me vinieron a visitar. Si quieres conocer más obras suyas puedes pinchar aquí.



La Autoridad del Transporte Metropolitano (MTA) tiene un programa llamado Arts for transit que permite a artistas seleccionados exhibir sus obras permanentemente en ciertas estaciones e incluso dentro de los vagones.


Te puedes encontrar incluso con curiosos instrumentos musicales sobre tus cabezas. Este lo descubrí hace unos días y eso que paso por a esta estación (34th Street, en el anden de las líneas N y R).


Curioso, no?

K

jueves, 2 de febrero de 2012

The Catskills

No me refiero a un asesino de gatos, no. Me refiero al área montañosa al noroeste de la ciudad de NY, a unas dos horas y media conduciendo.

Ashokhan reservoir

El pico más alto en esta zona alcanza la “friolera” de 1274m (4280 pies) de altura. Para que os hagáis a la idea, Cercedilla en Madrid está a la misma altura. La diferencia es que aquí los inviernos son más fríos, y con poca altura cualquier montañita se congela y se llena de nieve.

Woodstock

Sin embargo este no está siendo un año de nieves, ni de frio. Todavía recuerdo el frío que pasamos el años pasado, y en lo que va de año prácticamente no hemos pasado frio de verdad. Ha nevado un poquito un par de días, pero en seguida han subido de nuevo las temperaturas.

Coche de alquiler + Cabaña

Bueno, como iba contando, el viernes por la mañana nos fuimos conduciendo hasta el valle principal que atraviesa las montañas, que lo recorre el “arroyo “ (creek) Esopus, que aunque es considerado un arroyo, es más grande que el Ebro. A lo largo del valle hay un par de pueblitos principales, Phoenicia, donde nos alojamos en una bonita cabaña (cabin) a precio popular, y el famoso Woodstock. Justo. Donde se celebró el famoso concierto en 1969. El recinto está a unas 15 millas del centro del pueblo, y salvo el entorno la verdad es que no vale mucho. Quedan cuatro hippies vendiendo trastos y si no es por lo bonito que es el valle nadie pararía en el pueblo.

Windham

El viernes nos llovió a cantaros, por lo que solo pudimos visitar alguno de los embalses desde donde se abastece el agua a New York City y alguna de las 3 o 4 estaciones de esquí que le dan vidilla al valle.

Nieve artificial a cascoporro

Hay dos estaciones principales: Hunter Mountain y Windham. Son las que mayor público atraen durante los fines de semana, si bien no están tan cerca como las estaciones alrededor de las Pocono Mountains en Pensilvania, pero son bastante mejores, y al mismo precio (unos $70/lift ticket).

Belleayre - Vistas desde la cima

Nosotros teníamos descuentos por alojarnos en Phoenicia y nos costo solo $30 esquiar en otra estación más pequeñita que se llama Belleayre. El día no prometía mucho porque había llovido mucho la tarde anterior, y toda la nieve que había era artificial. Aquí no se andan con tontunas. Las estaciones tienen entre el 70 y el 100% de sus pistas innivadas. Como se puede leer en el folleto, las estaciones de esquí dan trabajo a mucha gente, revitalizan el valle, y la nieve fabricada es solamente eso, agua congelada. En la sierra de Madrid podrían tomar ejemplo. 

Altitud máxima

Aunque es cierto que es un deporte de ricos, también lo es que no solo se esquía. Aquí por ejemplo hay mil millones de actividades paralelas: tubing (nematicos gigantes), tirolinas, quads, toboganes, restaurantes, tiendas, excursiones a caballo y con raquetas, trenes turísticos. Bueno, basta de lobby pro-estaciones.

La cafeteria - Poquita gente

Las pistas eran facilitas, y la nieve estaba mucho mejor de lo que me pensaba, así que al final me lo pase pipa. Poca gente, solecito, buena compañía,…no se puede pedir más para disfrutar de un buen fin de semana. Bueno, tal vez unos esquíes un poco más dignos, porque vaya mierda de equipo que alquilaban. Menos mal que mis botas siempre van conmigo.

Walkway over the Hudson

Ya tenía ganas. Llevaba más de 15 años sin empezar tan tarde la temporada.

El Hudson con grandes bloques de hielo flotando

Y al volver, en vez de tomar la ruta directa por la autopista de peaje, fuimos por el Valle del rio Hudson. Espectacular. Lo tenemos que repetir con más paciencia en primavera porque las orillas del rio son muy bonitas, con algunos pueblos muy chulos. Ah, una cosa que me sorprendió justo antes de llegar a NY al pasar por  la academia militar en un recodo del rio en West Point, fue ver una pequeña estación de esquí (Victor Constant) con dos pistas totalmente innivadas solo para los militares y sus familiares. Vamos, es como si te montas una estación a las afueras de Madrid, en plan Xanadú pero al aire libre y mucho más grande. Están locos estos americanos.

Victor Constant Ski Slope en West Point - junto al Hudson!

Para acabar atravesamos el río por una antiguo puente del ferrocarril reconvertido a paseo peatonal. Es alucinante ver a los enormes cargueros navegando por el rio lleno de “icebergs”.

En primavera hay que volver. Ya lo tengo en mi lista.

K

PS. Este domingo, Superbowl. Go Giants.