Lo
primero pedir disculpas a mis numerosisimos seguidores por estos meses de
ausencia. No hay excusas. Llevo una temporada en plan perro y no me ha
apetecido muchos sentarme a postear. De hecho, las líneas que copio aquí debajo
las escribí ya hace más de un mes pero no le dedique el tiempo suficiente para
preparar las correspondientes fotos. Lo dicho, aquí van unas líneas de mi
último viaje a Florida.
Por
fin, después de varios meses hablando de la posibilidad de viajar a Florida, y
creyéndome un Sonny Crockett cualquiera, nos fuimos a pasar las vacaciones de
Acción de Gracias a Florida, situando nuestro campamento base en Miami.
Palm Beach
Sin
planearlo con demasiada antelaci ón
encontramos unos billetes de avión a muy buen precio, y para colmo, un buen
amigo que estaba de paso por Miami nos ofreció alojamiento en su apartamento de
alquiler por lo cual le estaremos eternamente agradecidos y le devolveremos con
creces su hospitalidad cuando se anime a visitarnos en NY.
Fort Lauderdale
Llegamos
el Martes muy tarde por la noche sin tiempo ni ganas de hacer nada más que
dormir, y gratamente sorprendidos por la diferencia de temperatura entre el frio de Nueva
York, y el calor de Florida. El Miércoles por la mañana empezamos con los pilas
bien cargadas y con muchas ganas de disfrutar de nuestras merecidas vacaciones.
Manglares - Everglades NP
Decidimos
conducir rumbo Norte para visitar Palm Beach y Fort Lauredale. Nada más
arrancar el coche ya te das cuenta que Miami, o al menos la zona donde nos
alojamos, es el perfecto lugar para el turista ansioso de playa y buen tiempo.
Personalmente me esperaba encontrar una ciudad mucho más cutre, con muchos más
inmigrantes, suciedad, y peores infraestructuras. Pero no. Es justo lo
contrario. Una ciudad muy moderna, luminosa, ordenada, limpia, y con la
sensación de ser una zona de gente con bastante dinero. Apartamentos de lujo por todos los
lados, cochazos, tiendas, supercasas en las orillas de los canales, o en islas
privadas….esta claro por qué los americanos con dinero se retiran en esta
ciudad.
Manglares
Sin
embargo, hubo algo que no me gusto demasiado. Las playas alrededor de la costa
no son fácilmente accesibles si no eres cliente de un hotel, o propietario de
un casoplon junto al mar. Y es una pena, porque las playas son espectaculares.
Buena arena, y un mar de un bonito color turquesa. En cualquier caso, como no
soy muy amigo de las playas porque me aburren de solemnidad, para mi esto no
fue un gran inconveniente.
Cocodrilo - Everglades NP
La
costa me resulto muy bointa y bien cuidada, si bien daba la sensación de estar
superpoblada. Me rio yo de la Ley de Costas. Y a pesar de todo esto es bastante
difícil encontrar un chiringuito junto a la arena para tomarse algo.
Key Biscayne
Al día
siguiente nos fuimos al visitar el Parque Nacional de los Everglades
(Siempreclaros?). Desde Miami es un paseo en coche de una hora y media. El
Parque es bastante bonito si bien no llega a la categoría de espectacular como
otros parques nacionales que ya hemos visitado. No hicimos la ruta en barquito
con propulsión trasera por ventilador porque todas las empresas que ofrecen
estos viajes están antes de la entrada del parque, y a mi me dio la sensación
que los cocodrilos que tienen son de cartonpiedra y que sus clientes habituales son los socios de
la Asociación Nacional del Rifle. Creo que me entendéis.
Miami - South Beach
Nosotros
fuimos hasta la punta más meridional del la península de Florida, y allí si que
hicimos una ruta en barquito por los manglares. Cocodrilos no vimos muchos,
pero bueno, alguno si que lo tuvimos cerquita. Pero es evidente porque la zona
es una reserva nacional porque está llena de pajaros rarunos y algunas especies
de arboles muy espectaculares.
South Beach
De aquí
salimos echando virutas hacia los Cayos. Por desgracia no nos dio tiempo a
llegar a Cayo Oeste muy a mi pesar. Son casi 4 horas desde Miami y al ser
Noviembre a las 5pm ya es de noche. Y tampoco era plan ir hasta allí para no ver
nada. Además, en EEUU es fácil darse cuenta cuando sales de NY. A partir de las
6 o 7 de la tarde deja de haber gente por las calles y en general las ciudades,
por muy bonitas que sean, dan la sensación de ser aburridas.
Boca Raton
No
obstante llegamos hasta Cayo Largo, donde pudimos hacer un par de fotos, pero
donde no pudimos ni cenar porque no encontramos ni un solo restaurante abierto.
Salvo los típicos Mc Donalds y sucedáneos. Así que decidimos volver a Miami
para cenar en Española Way en South Beach. Bien, una calle pequeñita con 4 o 5
restaurantes majetes. Nosotros estuvimos en el Havana 1957 y la verdad
es que cenamos bastante bien.
Hotel Delano
Los
otros dos días los dedicamos a visitar Miami. Cayo Vizcaino está muy bien para
darse un paseo y visitar un bonito faro. El downtown, llamado Brickell, es
bastante chulo, si bien un dia no laborable está bastante muerto. Eso si,
edificios muy altos de oficinas y de apartamentos, y todo muy moderno.
Miami - Ocean Drive
South
Beach nos gusto bastante. En especial el Art Deco District (alrededores de Ocean Drive). Los hoteles, y
edificios de apartamentos estilo Art Deco son justo lo que te esperas, con su
iluminación con colores llamativos. Tiene mucha vida y el paseo de la playa
está muy bonito. Algunos de los restaurantes están muy bien para cenar, y no
son demasiado caros, si bien Miami me resulto tan cara como NY en general. El
Larios Café, o el News Café están bien de precio y cenamos bastante bien. Nos
quedamos con las ganas de probar el famoso Joe’s Stone Crab, pero no admiten
reservas y las colas son infinitas, literalmente.
Otra
zona buena para ir a comer o de compras es Lincoln Road. También nos gusto bastante.
Y no
nos podíamos olvidar de la Pequeña Habana. Esto es más lo que me esperaba de
Miami. Más cutre, lleno de inmigrantes y todo, absolutamente todo en Español.
Tomamos un heladito en el famoso, pero cutre, King's Cream y paseamos por la calle
hasta el también famoso Cubaocho. Aquí hay conciertos todas las noches y tiene muy
buena pinta, pero nuestra apretada agenda no nos permitió asistir. A cambio al
menos nos pudimos tomar un buen mojito en el Mango’s de South Beach. Que es de
lo más hortera que he visto en mi vida, y muy caro porque cobran entrada y las
bebidas son “way overpriced”. En cualquier caso está bien entrar para ver lo
que se cuece por las noches.
Oceans Drive de noche
Poco
más. Supongo que si en el futuro me jubilo con varios millones y a mis huesos
no les viene bien el frio volveré por aquí. De lo contrario creo que ya puedo
decir que he estado, lo he visto, y por mi y por todos mis compañeros.
K