jueves, 10 de enero de 2013

Miami Vice y Volveis


Lo primero pedir disculpas a mis numerosisimos seguidores por estos meses de ausencia. No hay excusas. Llevo una temporada en plan perro y no me ha apetecido muchos sentarme a postear. De hecho, las líneas que copio aquí debajo las escribí ya hace más de un mes pero no le dedique el tiempo suficiente para preparar las correspondientes fotos. Lo dicho, aquí van unas líneas de mi último viaje a Florida.


Por fin, después de varios meses hablando de la posibilidad de viajar a Florida, y creyéndome un Sonny Crockett cualquiera, nos fuimos a pasar las vacaciones de Acción de Gracias a Florida, situando nuestro campamento base en Miami.

 Palm Beach

Sin planearlo con demasiada antelacibilleontramos unos billetes muy baratos, y para colmo, un buen amigo que esón encontramos unos billetes de avión a muy buen precio, y para colmo, un buen amigo que estaba de paso por Miami nos ofreció alojamiento en su apartamento de alquiler por lo cual le estaremos eternamente agradecidos y le devolveremos con creces su hospitalidad cuando se anime a visitarnos en NY.

Fort Lauderdale

Llegamos el Martes muy tarde por la noche sin tiempo ni ganas de hacer nada más que dormir, y gratamente sorprendidos por la diferencia de temperatura entre el frio de Nueva York, y el calor de Florida. El Miércoles por la mañana empezamos con los pilas bien cargadas y con muchas ganas de disfrutar de nuestras merecidas vacaciones.

Manglares - Everglades NP

Decidimos conducir rumbo Norte para visitar Palm Beach y Fort Lauredale. Nada más arrancar el coche ya te das cuenta que Miami, o al menos la zona donde nos alojamos, es el perfecto lugar para el turista ansioso de playa y buen tiempo. Personalmente me esperaba encontrar una ciudad mucho más cutre, con muchos más inmigrantes, suciedad, y peores infraestructuras. Pero no. Es justo lo contrario. Una ciudad muy moderna, luminosa, ordenada, limpia, y con la sensación de ser una zona de gente con bastante dinero. Apartamentos de lujo por todos los lados, cochazos, tiendas, supercasas en las orillas de los canales, o en islas privadas….esta claro por qué los americanos con dinero se retiran en esta ciudad.

Manglares

Sin embargo, hubo algo que no me gusto demasiado. Las playas alrededor de la costa no son fácilmente accesibles si no eres cliente de un hotel, o propietario de un casoplon junto al mar. Y es una pena, porque las playas son espectaculares. Buena arena, y un mar de un bonito color turquesa. En cualquier caso, como no soy muy amigo de las playas porque me aburren de solemnidad, para mi esto no fue un gran inconveniente.

 Cocodrilo - Everglades NP

La costa me resulto muy bointa y bien cuidada, si bien daba la sensación de estar superpoblada. Me rio yo de la Ley de Costas. Y a pesar de todo esto es bastante difícil encontrar un chiringuito junto a la arena para tomarse algo.

Key Biscayne

Al día siguiente nos fuimos al visitar el Parque Nacional de los Everglades (Siempreclaros?). Desde Miami es un paseo en coche de una hora y media. El Parque es bastante bonito si bien no llega a la categoría de espectacular como otros parques nacionales que ya hemos visitado. No hicimos la ruta en barquito con propulsión trasera por ventilador porque todas las empresas que ofrecen estos viajes están antes de la entrada del parque, y a mi me dio la sensación que los cocodrilos que tienen son de cartonpiedra y que sus clientes habituales son los socios de la Asociación Nacional del Rifle. Creo que me entendéis.

Miami - South Beach

Nosotros fuimos hasta la punta más meridional del la península de Florida, y allí si que hicimos una ruta en barquito por los manglares. Cocodrilos no vimos muchos, pero bueno, alguno si que lo tuvimos cerquita. Pero es evidente porque la zona es una reserva nacional porque está llena de pajaros rarunos y algunas especies de arboles muy espectaculares.

 South Beach

De aquí salimos echando virutas hacia los Cayos. Por desgracia no nos dio tiempo a llegar a Cayo Oeste muy a mi pesar. Son casi 4 horas desde Miami y al ser Noviembre a las 5pm ya es de noche. Y tampoco era plan ir hasta allí para no ver nada. Además, en EEUU es fácil darse cuenta cuando sales de NY. A partir de las 6 o 7 de la tarde deja de haber gente por las calles y en general las ciudades, por muy bonitas que sean, dan la sensación de ser aburridas.

 Boca Raton

No obstante llegamos hasta Cayo Largo, donde pudimos hacer un par de fotos, pero donde no pudimos ni cenar porque no encontramos ni un solo restaurante abierto. Salvo los típicos Mc Donalds y sucedáneos. Así que decidimos volver a Miami para cenar en Española Way en South Beach. Bien, una calle pequeñita con 4 o 5 restaurantes majetes. Nosotros estuvimos en el Havana 1957 y la verdad es que cenamos bastante bien.

 Hotel Delano

Los otros dos días los dedicamos a visitar Miami. Cayo Vizcaino está muy bien para darse un paseo y visitar un bonito faro. El downtown, llamado Brickell, es bastante chulo, si bien un dia no laborable está bastante muerto. Eso si, edificios muy altos de oficinas y de apartamentos, y todo muy moderno.

Miami - Ocean Drive

South Beach nos gusto bastante. En especial el Art Deco District (alrededores de Ocean Drive). Los hoteles, y edificios de apartamentos estilo Art Deco son justo lo que te esperas, con su iluminación con colores llamativos. Tiene mucha vida y el paseo de la playa está muy bonito. Algunos de los restaurantes están muy bien para cenar, y no son demasiado caros, si bien Miami me resulto tan cara como NY en general. El Larios Café, o el News Café están bien de precio y cenamos bastante bien. Nos quedamos con las ganas de probar el famoso Joe’s Stone Crab, pero no admiten reservas y las colas son infinitas, literalmente.
Otra zona buena para ir a comer o de compras es Lincoln Road. También nos gusto bastante.

Y no nos podíamos olvidar de la Pequeña Habana. Esto es más lo que me esperaba de Miami. Más cutre, lleno de inmigrantes y todo, absolutamente todo en Español. Tomamos un heladito en el famoso, pero cutre, King's Cream y paseamos por la calle hasta el también famoso Cubaocho. Aquí hay conciertos todas las noches y tiene muy buena pinta, pero nuestra apretada agenda no nos permitió asistir. A cambio al menos nos pudimos tomar un buen mojito en el Mango’s de South Beach. Que es de lo más hortera que he visto en mi vida, y muy caro porque cobran entrada y las bebidas son “way overpriced”. En cualquier caso está bien entrar para ver lo que se cuece por las noches.

 Oceans Drive de noche

Poco más. Supongo que si en el futuro me jubilo con varios millones y a mis huesos no les viene bien el frio volveré por aquí. De lo contrario creo que ya puedo decir que he estado, lo he visto, y por mi y por todos mis compañeros.