lunes, 30 de mayo de 2011

Washington DC


Aprovechando que a mi novia le han pagado un congreso en Washington, o como dicen por aquí, en DC (supongo que para no confundirlo con el estado de Washington que esta justo en la otra punta del país), me he acoplado a disfrutar un largo fin de semana en la capital del país con todos los gastos pagados.

Una calle cualquiera de Georgetown

Por fin ha llegado el buen tiempo, aunque el cambio a sido bastante brusco, y hemos pasado del invierno al verano olvidándonos de la primavera en el camino. Echábamos de menos el solecito, pero visto como se nos presenta el verano me da a mi que vamos a echar de menos el invierno. Hoy mismo ya hemos comprado un pequeño aparato de aire acondicionado. Por cierto, en NY todo el mundo tiene aire acondicionado en casa, y todas las casas tienen una especie de preinstalación debajo de cada una de las ventanas. 

El Capitolio. Barras y Estrellas por doquier

El consumo de energía se dispara en la ciudad durante los meses de verano, y es que aquí son extremadamente irresponsables con el consumo de energía, posiblemente porque les sale muy barata (nosotros pagamos unos $40-45 al mes). A mi me duele en el alma cada vez que me subo a la azotea y veo todos los rascacielos con las luces encendidas durante toda la noche, y seguramente con los aparatos de AA a tope. Que pena.

Vista del Obelisco desde el Memorial de Jefferson

Bueno, que me voy por peteneras. Ya había estado hace años con mi hermano y unos amigos en Washington DC, pero fue un viaje organizado y fugaz en furgoneta, y tenía ganas de volver. Para ir cogimos un autobús barato con la empresa famosísima Greyhound (la del galgo pintado en los laterales de los autobuses). La empresa parece que no va demasiado bien porque le ha surgido la competencia de dos nuevas empresas, una China (Gotobus) y otra local (Megabus) que venden billetes desde $1 por trayecto si compras por antelación. Lo que pasa es que sus conductores no tienen muy buena fama. En cualquier caso, es muy barato viajar en autobús. A nosotros nos costo 35$ i/v. Me parece muy razonable por un viaje de 4h30’.

El Obelisco en el centro del National Mall

Me gusta viajar por carretera por EEUU. Cada vez que pasamos sobre un rio me quedo con la boca abierta. Que ríos dios mío!. Uno solo de esos ríos atravesando la Península Ibérica y no volvemos a hablar de trasvases ni nada por el estilo.
Volviendo a la ciudad, en esta ocasión en vez de pasarnos el día visitando los museos alrededor de El National Mall -el larguísimo paseo entre el Memorial de Lincoln y el Capitolio alrededor del cual están todos los museos (gratuitos) Smithsonian, la Casa Blanca, el Obelisco, el Reflecting Pool (el estanque donde corren Forrest Gump y Jennyyyyy)…- nos dedicamos a visitar otros barrios. La universidad de Georgetown por ejemplo es bastante bonita. El edificio principal es francamente chulo, y las instalaciones que tiene tienen muy buena pinta. Pero lo mejro aquí es el barrio y las casas alrededor. Es tan exclusivo que no necesitan ni transporte público, ni lo quieren tener. Para que si puedes ir en cochazo.

Universidad de Georgetown

También nos gusto la zona de Adams Morgan, el barrio con más movimiento por la noche. Tampoco es para tirar cohetes, pero hay algún restaurante que está muy bien, y al menos se ve movimiento por las calles de gente joven. Desde luego tampoco es NY.
Por cierto y hablando de manduca el sábado comimos (sin querer) y cenamos (queriendo) en dos restaurantes del famoso cocinero Jose Andres. Los dos muy bien. El primero un mejicano llamado Oyamel de platos pequeños a buen precio y muy ricos. El segundo para cenar, el más famoso, el Jaleo, un restaurante donde solo sirven tapas (raciones diría yo más bien) españolas con “materia prima” de primera calidad. Las raciones no son muy grandes pero están todas buenísimas. Tienen casi lo mas típico de cada una de las provincias españolas, y para los que echamos de menos la gastronomía local fue toda una alegría. 
Jaleo

No me extraña que le hallan dado el premio James Beard (los “Oscars” de los restaurantes) como mejor cocinero de EEUU. Ole por él. Por cierto, solo alrededor de la calle 7th en DC ya tiene 4 restaurantes, y por lo que me comento el camarero madrileño que nos atendió ha abierto otro Jaleo en Las Vegas. Un imperio. Me alegro por él.

Born to be wild

Y el domingo después de dar un paseo y ver a miles de moteros metiendo ruido con los tubarros para celebrar el Memorial Day que se celebra el lunes nos pillamos un autobús de vuelta después de haber disfrutado otra vez de un fin de semana diferente.
K

sábado, 14 de mayo de 2011

Where everybody knows your name

Tras unos días en España ya estoy de vuelta con las pilas y el buche bien cargados. Para el viaje de vuelta me he traído en el equipaje a mi familia, y con ellos hemos disfrutado de unos días por la ciudad y hemos aprovechado para darnos una escapada a Boston y Cabo Cod.

Panorámica de Boston desde el ferry

No había estado antes en Boston. Parece mentira que Nueva York y Boston sean dos ciudades del mismo país, y no lo digo solo por su arquitectura, sino por la gente también.

Una calle cualquiera de Boston

La principal diferencia es que Boston parece una ciudad mucho más habitable, más ordenada, mil veces más limpia y segura, y por tanto, más aburrida. Pero sin duda un muy buen sitio para pasar unos años. Habrá que pensárselo.
Boston Common Park

Nos alojamos en un buen hotel céntrico en el distrito financiero, donde los fines de semana no hay más que algún vagabundo y plantas rodadoras al más puro oeste americano. Es impresionante ver como un barrio entero se vacía durante el fin de semana. En España no hay barrios financieros tan marcados. Especialmente en una ciudad tan pequeña. Boston solo tiene 650mil habitantes, prácticamente los mismos que Zaragoza. Debido a esto se puede ir a todos los sitios caminando, aunque yo me quede con las ganas de pillar uno de los autobuses anfibios o “Duck Bus” que cruzan circulan alrededor de la ciudad y navegan por el rio a la vez.
Duck bus

Recorrer Boston es sencillo, solo hay que seguir la Freedom Trail, una línea pintada en el suelo que te lleva por toda la ciudad y que pasa junto a las principales atracciones. Y para ir a Harvard o navegar por la bahía hay multitud de opciones.

El camino de la libertad

Por si fuera poco, los restaurantes tienen muy buen pescado y marisco, que aunque no es ni de largo tan sabroso como el pescado o el marisco de Galicia, os aseguro que para ser EEUU está muy bien, y a un precio muy razonable.

Clam chowder y langosta en el Ye Old Oyster House


Por supuesto no podía volverme a Nueva York sin hacer una visita a mis buenos amigos Sam Malone y Noooorm en Cheers. Me encanto ver que la entrada del bar es tal y como me la imaginaba, a pesar que lógicamente el bar por dentro no se parece al de la serie. Pero también está muy bien, y se cena a buen precio.
Una de las playas del Cabo

A la vuelta nos pegamos una buena paliza, y tras madrugar un poco nos dirigimos a Cape Cod. Lugar de domingueros bostonianos o de los ricos de la Costa Este. El cabo en cuestión es simplemente espectacular. Los pueblos son muy bonitos, las casas repartidas a lo largo del cabo son preciosas, las playas salvajes son infinitas, y el entorno es perfecto para pasar unas buenas vacaciones. Una pena que el clima no nos acompañase mucho, pero no nos impidió disfrutar de un buen paseo. Es muy recomendable llegar hasta el final del “brazo doblado” (Cape Cod tiene forma de brazo sacando bíceps y todo el mundo se refiere a él poniendo el brazo en esa posición para indicarte cualquier punto a lo largo del mismo).
Escultura de boyas en Cape Cod

En conclusión, todo muy bonito. Intentaremos volver para visitar las Islas de Nantucket y Martha’s Vineyard que nos han dicho que son también la peralimonera aunque solo se puede llegar en ferry.

K