Panorámica de Boston desde el ferry
No había estado antes en Boston. Parece mentira que Nueva York y Boston sean dos ciudades del mismo país, y no lo digo solo por su arquitectura, sino por la gente también.
Una calle cualquiera de Boston
La principal diferencia es que Boston parece una ciudad mucho más habitable, más ordenada, mil veces más limpia y segura, y por tanto, más aburrida. Pero sin duda un muy buen sitio para pasar unos años. Habrá que pensárselo.
Boston Common Park
Nos alojamos en un buen hotel céntrico en el distrito financiero, donde los fines de semana no hay más que algún vagabundo y plantas rodadoras al más puro oeste americano. Es impresionante ver como un barrio entero se vacía durante el fin de semana. En España no hay barrios financieros tan marcados. Especialmente en una ciudad tan pequeña. Boston solo tiene 650mil habitantes, prácticamente los mismos que Zaragoza. Debido a esto se puede ir a todos los sitios caminando, aunque yo me quede con las ganas de pillar uno de los autobuses anfibios o “Duck Bus” que cruzan circulan alrededor de la ciudad y navegan por el rio a la vez.
Duck bus
Recorrer Boston es sencillo, solo hay que seguir la Freedom Trail, una línea pintada en el suelo que te lleva por toda la ciudad y que pasa junto a las principales atracciones. Y para ir a Harvard o navegar por la bahía hay multitud de opciones.
El camino de la libertad
Por si fuera poco, los restaurantes tienen muy buen pescado y marisco, que aunque no es ni de largo tan sabroso como el pescado o el marisco de Galicia, os aseguro que para ser EEUU está muy bien, y a un precio muy razonable.
Clam chowder y langosta en el Ye Old Oyster House
Por supuesto no podía volverme a Nueva York sin hacer una visita a mis buenos amigos Sam Malone y Noooorm en Cheers. Me encanto ver que la entrada del bar es tal y como me la imaginaba, a pesar que lógicamente el bar por dentro no se parece al de la serie. Pero también está muy bien, y se cena a buen precio.
Una de las playas del Cabo
A la vuelta nos pegamos una buena paliza, y tras madrugar un poco nos dirigimos a Cape Cod. Lugar de domingueros bostonianos o de los ricos de la Costa Este. El cabo en cuestión es simplemente espectacular. Los pueblos son muy bonitos, las casas repartidas a lo largo del cabo son preciosas, las playas salvajes son infinitas, y el entorno es perfecto para pasar unas buenas vacaciones. Una pena que el clima no nos acompañase mucho, pero no nos impidió disfrutar de un buen paseo. Es muy recomendable llegar hasta el final del “brazo doblado” (Cape Cod tiene forma de brazo sacando bíceps y todo el mundo se refiere a él poniendo el brazo en esa posición para indicarte cualquier punto a lo largo del mismo).
Escultura de boyas en Cape Cod
En conclusión, todo muy bonito. Intentaremos volver para visitar las Islas de Nantucket y Martha’s Vineyard que nos han dicho que son también la peralimonera aunque solo se puede llegar en ferry.
K
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