domingo, 31 de enero de 2010

BCN en MTB

Este fin de semana me ha tocado quedarme de Rodríguez tras una larga y fría semana en Alemania.
He aprovechado para montar en bici a pesar del mal tiempo y del frio ya que estos son los mejores días para circular por Barcelona en bicicleta, especialmente por el frente marítimo, ya que la gente no se anima mucho a salir a pasear.
En Barcelona se puede circular perfectamente en Bicicleta debido a que la ciudad está bastante bien acondicionada con multitud de carriles bici que atraviesan la ciudad de Norte a Sur y de Este a Oeste. Por eso tiene tanto éxito el Bicing, que aunque yo no utilizo (porque en los alrededores de casa las estaciones siempre se quedan vacías) creo que es una genial idea.

El recorrido que he hecho es el siguiente:


Empezando en mi casa cerca de la Sagrada Familia, llego hasta la Plaza de Glorias pasando por debajo de la Torre Agbar.


Una vez aqui, enfilo la Diagonal hasta el Forúm:


Allí me doy un paseo por las instalaciones que albergarón el Forúm Internacional de las Culturas, que sirvió, principalmente, para pegar un pelotazo urbanístico y ampliar la ciudad con edificios de apartamentos de lujo, hoteles ultramodernos y oficinas con vistas privilegiadas. En cualquier caso también sirvió para mejorar una zona de marismas de Barcelona que estaba olvidada de la mano de Dios. Actualmente se ha quedado como recinto ferial y pista de patinaje para los skaters (inmejorable, por cierto). Lo que más llama la atención del recinto es la inmensa pérgola fotovoltaica tan grande como un campo de fútbol y que genera energía para unos 1000 hogares. Creo que el ayuntamiento tiene pensado construir otra incluso mayor en el mismo área.


Desde aquí ya me pongo a rodar por el frente marítimo, atravesando cada una de las nuevas playas (Nova Mar Bella, Mar Bella, Bogatell, Nova Icaria, Barceloneta y San Sebastián) observado en todo momento por las dos grandes torres de Barcelona.


Al llegar al final de las playas me acerco a contemplar desde cerca el nuevo espectacular hotel al más puro estilo Dubai: el W, donde un fin de semana cualquiera sale por solo 600€ mínimo. 


Por supuesto la construcción de este hotel se ha pasado la nueva Ley de Costas por el forro, pero como por lo visto se ha construido en terreno portuario, el cual está fuera del ambito de dicha ley...ah!, pues haberlo pensado antes. Así funcionan las cosas.
Una vez allí, se pone a llover bastante fuerte por lo que decido emprender la vuelta a casa (justo se tiene que poner a llover en el punto más lejano...Murphy era un gran hombre!) acercándome al final de las Ramblas y atravesando el barrio del Borne y saludando a los camaleones modernistas del Parque de la Ciudadela.


Y cruzando el Arco del Triunfo en cinco minutos me planto casi en casa:


Saludo a la Sagrada Familia y compruebo en le reloj que en hacer todo el recorrido he tardado una hora y media, lo cual da una idea del pequeño tamaño de la ciudad.


El próximo día me he propuesto hacer el mismo recorrido pero coronando la montaña de Montjuic, para lo cual hay que estar un poquito más en forma.

K


jueves, 7 de enero de 2010

Aquí en la ladera del Tibidabo

Este año como no nos han traído nada los Reyes (sino más bien todo lo contrario porque nos han robado la bici del garaje) y no teniamos juguetes con los que disfrutar, decidimos ir a pasar el día a lo alto al punto más alto (512m) de la Sierra de Collserola: el Tibidabo.

El Parque de Atracciones estaba cerrado por lo que no pudimos elegir mejor momento para visitarlo. Para llegar allí hay varias alternativas, pero nosotros decidimos subir en moto por la famosa Carretera de la Arrabassada que une Barcelona con Sant Cugat del Valles atravesando mil curvas. Nos hizo un día claro y soleado, pero soplaba un viento del norte tan frio que cuando llegamos arriba teníamos los muslos como los de Clarence Seedorf.



Desde que vivo en Barcelona no había coronado nunca la montaña y como máximo me había quedado tomando una cervecita en los famosos Mirabé y Mirablau junto al famoso mirador, enfrente del Merveyé donde el Loco solía llevar a alguna rubia en su flamante Cadillac.



Esta vez pudimos entrar a ver el Templo Nacional Expiatorio del Sagrado Corazón (toma ya) y la pequeña ermita neogótica original. Una vez dentro y por 2€ se puede tomar un ascensor que te lleva hasta la azotea desde donde, recorriendo unas angostas escaleras, se llega hasta los pies del Cristo Redentor (al más puro estilo Cerro del Corcovado en Rio de Janeiro) que corona la basílica y desde donde las vistas de la ciudad son impresionantes.



Tuvimos la suerte que al ser el día de Reyes no había nadie, y con el viento frio del norte la atmosfera estaba limpísima con lo que las vistas eran inmejorables.



Se apreciaba claramente desde el Aeropuerto del Prat hasta la central térmica de Sant Adrià, pasando por Montjuic, el Paralelo, el Ensanche, el Observatorio Fabra, la Sagrada Familia, la Torre Agbar, el Forúm y por supuesto la inmensa antena de Collserola que desde cerca impresiona bastante.



Además desde aquí se puede ver lo tétrico que resulta un parque de atracciones cuando está vacío, silencioso, sin luces, sin movimiento, sin gente.



La verdad es que quedamos gratamente impresionados, y prometimos volver cuando haga mejor tiempo en primavera o verano.

Es una pena que en Madrid no haya una montaña, o una simple colina desde donde se pueda contemplar la ciudad. Salvo el Faro de Moncloa y la azotea de algun edificio dudo que se puedan disfrutar de tan buenas vistas. Igual desde lo alto de alguno de los 4 nuevos rascacielos que han cambiado el horizonte en Madrid, pero por lo que tengo entendido no se pueden visitar. Igual hubiese sido un buen negocio haber montado un mirador al estilo del Top of the Rock de Nueva York.

K

lunes, 4 de enero de 2010

Six Million Dollar Man

Feliz 2010 para todos. Espero que este año se cumplan vuestros deseos, que la salud os respete y que seáis felices.

Estas navidades me las he pasado otra vez en la carretera y en la montaña. En la montaña he disfrutado de la mayoría de los días esquiando, comiendo y domingueando.

Cada día que he subido a esquiar he tenido que seguir un ritual de preparación de lo más curioso, lo cual me hace pensar que me he convertido en el Hombre Biónico (como en la serie de los 70 “El Hombre de los 6 Millones de Dolares”).

Para empezar, y debido a mi miopía me tengo que poner las lentillas. Nunca he llevado lentillas y el proceso de ponérmelas y quitármelas me parece un infierno. Pensaba que era más fácil, o al menos en la óptica me resulto más sencillo. Eso sí, una vez las llevas puestas son muchísimo más cómodas para hacer deporte, especialmente si hay poca luz.

El siguiente paso, y tras previa depilación con cuchilla para no ver las estrellas, es el de ponerme tiritas en las espinillas. Pensaba que con las botas nuevas las heridas sangrantes que me salen cada vez que esquío dejarían de existir, pero está claro que estaba equivocado. Duelen de verdad.


Después toca el turno a las rodilleras espaciales. En la rodilla derecha para protegerme de la operación de ligamento cruzado anterior, y en la rodilla izquierda para reforzar el ligamento lateral interno.


Por último, vestimenta a base de gore-tex, wind-stopper, estafa-tex, y todo tipo de tejidos de nombres extraños pero llamativos, y por supuesto el casco y las gafolas de ventisca. Menos mal que todavía no llevo la protección cervical que se está poniendo de moda y que ya me parece incomodo además de muy exagerado.


En definitiva, Robocop y yo somos primos hermanos. Qué tiempos aquellos en los que unos pantalones de campana apretados y un impermeable Boomerang del Corte Inglés eran más que suficientes para protegerse de las inclemencias del tiempo y de los esquiadores y tableros. Debe de ser la edad.

K

PD: He podido comprobar "in situ" qué ha sido del telesilla Horat deth Bo del que hablaba en mi post anterior. ¿Qué mejor solución para un telesilla viejo, oxidado e inservible que la de decorar las calles de Vielha?. Estoy seguro que si alguien quiere una pilona para el jardín no tiene más que pedirselo a la estación.