Lo primero disculparme por no haber cumplido mi palabra de “un post al día”, pero es que en los hoteles de la cadena “La Chinche Alegre” no tienen mucho acceso a Internet. Y también es verdad que estoy llegando al hotel un poco para el arrastre como para escribir todos los días durante un ratillo.
Sobrevolando la Falla de San Andrés
En cualquier caso seguimos a la carga. El jueves nos levantamos de nuevo tempranísimo para coger un vuelo desde Portland a San Francisco. Me gusto lo poco que vi de Portland, y su aeropuerto. Y el vuelo fue fantástico en un turbohélice de la compañía Alaskan Airlines (ojala nos hubiese llevado a Alaska, no me hubiese importado, aunque es algo que está en mi lista) de esos en plan jet privado.
Solo falta Herbie en Lombard St.
Una vez en tierra y tras un “commuting” de una hora llegamos al hostal Green Tortoise. Si, de la misma cadena del que estuvimos en Seattle. Tiene lo justito, pero está supercentrico y creo que ya he echado callo a dormir en sitios como este. Lo cierto es que para jovenzuelos y adolescentes está perfecto. Tienen un monton de actividades, conciertos, comidas gratis, excursiones,…pero claro, yo ya estoy en el tobogán, y sinceramente, donde este un buen hotel, con una buena bañera que se quite la muchachada.
Cable car
Este primer día en San Francisco nos hemos dedicado a orientarnos un poco. Yo hace unos años estuve por aquí, aunque solo recuerdo algunos de los sitios. Lo que si que puedo decir ya, a primera vista es que la ciudad en estos últimos años a mejorado mucho. Está mucho más limpia, y sobre todo, tiene muchísimos menos homeless. Todavía recuerdo con horror cuando vine que cada 10m había un pobre vagabundo pidiendo “spare change”, y por la noche la vuelta a nuestro hotel en el downtown erá incluso peligrosa. Todo esto ha cambiado a mejor, lo cual es de agradecer. Segú mi novia se han marchado todos los homeless y drogadictos a las calles de Portland donde estuvo hace un par de meses. A mi no me dio tiempo a comprobarlo.
Entrada a China Town
Bueno, pues este primer día visitamos la Coit Tower (torre Coito?) desde donde no pudimos apreciar muco la vista por la nubes. Por cierto, aquí como todos los veranos HACE UN FRIO DEL COPON!. Que razón tenia Mark Twain: “Mi invierno más frio fue un verano en San Francisco”. Voy con dos camisetas, un jersey y un chubasquero. Máximas de 15ºC y mínimas de 9ºC en agosto!!
Alcatraz
Bueno, volviendo a las visitas, también recorrimos la calle Lombard hasta la callecita famosa de las curvas. Todavía recuerdo la película de Herbie (The Love Bug) bajando por esta calle. Herbie, el VW Beetle con un 56 en el capó!!
Skyline de SF desde el barco
Y después bajamos por las cuestas empinadísimas, travesando China Town por la calle Grant hasta llegar a Union Square donde dimos un paseo alrededor de la tiendas.
Y de aquí a dormir.
A la mañana siguiente, después de dormir una noche más de 6 horas nos fuimos directos al muelle (pier) a coger el ferri a la isla de Alcatraz (si alguien viene a SF en verano que reserve con tiempo porque estaba todo vendido en 6 o 7 días). Alli pasamos la mañana visitando la celda de Al Capone, imaginándonos la huida de Frank Morris (Clin Eastwood en La Fuga de Alcatraz), y disfrutando de las vistas de la Bahía de San Francisco.
Hamburguesa en el In&Out
Por la tarde, tras una riquísima hamburguesa en el In & Out visitamos un poco el Fisheren Wharf, que es una turistada donde es casi imposible incluso caminar, pero donde merece la pena darse un paseo aunque sea solo para ver a los leones marinos jugar junto a los muelles.
Después fuimos a ver la calle comercial de la calle Union y de aquí a ver las casas victorianas Painted Ladies que son francamente bonitas.
Leones marinos en el Fisherman Wharf
Y para rematar la faena, pillamos un tranvía hasta el pier 7 (muelle 7) que no aparece casi en ningún sitio como recomendación, pero que después de visitarlo de noche creo que merece mucho la pena aunque sea solo por las vistas.
Otra de las cosas que voy sacando en claro de este viaje es que si te gusta hacer fotos, lleva SIEMPRE un trípode. Las fotos son infinitamente mejor. Pero claro, solo si te gusta un poco la fotografía y sabes manejar tu cámara. Sino será solo un maldito trasto que pesa un quintal.
En este viaje estoy haciendo muchas fotos espectaculares. Prometo mandarlas, pero solo unas poquitas para no tumbaros de aburrimiento con las historietas del Abuelo Cebolleta.
Cervecita y ensalada por la patilla en el hotel y a dormir. Mañana más y mejor.
K
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